La importancia de la entonación en las conversaciones telefónicas. La voz, las pausas, sonrisa telefónica

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Cuando realizamos la emisión de llamadas telefónicas a empresas con el objetivo de poder contactar con los cargos directivos ya bien sea para concertar una reunión, o visita comercial, ya bien sea para convocarles a un evento, o para actualizar nuestra base de datos, es tarea complicada el poder llegar a contactar con estas personas. Tenemos que tener en cuenta que uno de los aspectos fundamentales para conseguir nuestro objetivo, es disponer de un argumentario telefónico previamente elaborado por el que nos podamos guiar y anteponernos a las posibles objeciones. La cuestión es, que no debemos leer este argumentario telefónico como si estuviéramos leyendo, sino que debemos leerlo como si estuviéramos conversando, hablando. Cuando hablamos con compañeros de trabajo, amigos, familiares, utilizamos dentro de la propia conversación, pausas dentro de las frases, hacemos énfasis cambiando la entonación en las palabras de las frases que consideramos más importantes, hacemos pausas donde le damos más importancia a la conversación. En una conversación telefónica profesional, aun a sabiendas que debemos de seguir un argumentario telefónico profesional, debemos aplicar las mismas “estrategias” que en una conversación habitual. Debemos seguir este argumentario telefónico realizando las pausas adecuadas, la entonación correcta, poniendo énfasis en aquellas palabras que consideramos imprescindible nuestro interlocutor tiene que tener en cuenta en nuestra conversación. Por teléfono no disponemos del lenguaje no verbal, tan útil para ayudarnos a llamar el interés del interlocutor, por ello, debemos de utilizar todas nuestras armas en nuestro argumentario telefónico para conseguir nuestros objetivos. Debemos hablar a una velocidad normal, ni deprisa, ni despacio. Si vamos deprisa, el interlocutor no querrá escucharnos porque le provocaremos estrés, y si nuestra velocidad es muy lenta, el interlocutor querrá colgarnos el teléfono porque le estamos haciendo perder el tiempo. Siempre debe haber un equilibrio. Si el intercolutor nos habla deprisa, intentaremos ajustar la conversación a una velocidad normal, esto se logra hablando más lento de lo habitual para que sin quererlo el interlocutor se adapte a nuestro ritmo. La entonación es una parte fundamental a la hora de expresarnos por teléfono, la sonrisa debe estar en nuestra cara, pero sin abusar. Si queréis hacer la prueba, decid la palabra entonación por ejemplo con una sonrisa y la palabra entonación con el rostro serio. ¿ Lo habéis probado? Como habéis podido comprobar no tiene nada que ver la entonación diciéndolo con sonrisa que sin sonrisa. Esto no quiere decir que debamos mantener toda una conversación con la sonrisa en la boca, pero si es imprescindible iniciar la emisión de la llamada telefónica con una actitud positiva y esto se logra, al menos trasmitirlo así por teléfono a través de una sonrisa telefónica.
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